miércoles, 12 de octubre de 2005

un presentimiento tardío.

Hoy, yo, que no fui adivina, he llorado como sabiendo que en un mes –hace un año, mi vida se habría destruido.

Algo se rompió por siempre. No puedo juntar las piezas. Y soy toda astillas.

¿Esto es lo que sembré? Qué amarga cosecha.

Dentro de un mes –hace un año, todo habría terminado.

TODO acabó hace un año.

Ya no recuerdo si hubo un inicio. Pero hoy he llorado como si hubiera perdido algo. Algo que vi crecer en mucho tiempo. Si creció y terminó, tuvo que tener un inicio. Pero no lo recuerdo. Quizá hubo un momento en que tuve el presentimiento de encontrar algo nuevo en mi vida, de encontrar un inicio de eso que en un mes –hace un año, se habría terminado.

Hoy quisiera presentir otro sueño. No. Un sueño, no. Presentir, no. Quiero sentir ese algo nuevamente. No sueño. Certeza.

Después podré dormir.